Cuando ya habéis disfrutado de los juegos sexuales básicos y vuestra conexión en pareja es fuerte, es el momento perfecto para llevar vuestra intimidad y deseo a un nivel superior con juegos sexuales intermedios. Esta sección está diseñada para parejas que quieren intensificar su complicidad sexual, explorando juegos eróticos más creativos, fetiches suaves y nuevas formas de placer que avivan la pasión sin perder la confianza ni el respeto.
Aquí no se trata de ir al extremo, sino de potenciar la entrega y la tensión sexual con propuestas provocadoras y seguras. Descubre cómo los juegos sexuales intermedios para parejas pueden romper la rutina, despertar fantasías y transformar vuestros encuentros en experiencias más intensas y excitantes.
💡 ¿Qué encontrarás en esta sección?
- Propuestas más atrevidas, donde el juego mental y físico se combinan
- Dinámicas de poder suaves, roles, retos y provocaciones
- Juegos de confianza más profundos, con mayor exposición y entrega
- Ideas para aumentar la tensión sexual durante horas… o todo el día
- Rituales que fomentan el control, la obediencia, la observación o la dominación ligera
✅ ¿Por qué dar este paso intermedio?
- Porque la confianza ya existe y ahora toca divertirse más allá del guion clásico
- Porque explorar juntos crea un vínculo aún más fuerte y auténtico
- Porque permite romper la rutina sexual sin caer en lo extremo
- Porque despierta el deseo de forma más intensa, consciente y excitante
💬 “Cuando sabes que puedes confiar del todo en tu pareja, atreverte a más no solo excita: también libera.”
Al igual que el nivel básico, todos los juegos aquí propuestos son seguros, higiénicos y deben ser plenamente consensuados. Algunas pueden incluir juegos de roles, control, exhibición privada o fetiches algo más atrevidos, pero siempre sin riesgo y desde la total libertad. Tú decides hasta dónde llegar. Y si algo no encaja, simplemente lo dejas pasar.
📖 Normas sensuales para el nivel intermedio: intimidad sin barreras
Si habéis llegado hasta aquí, es porque ya no hay tabúes entre vosotros. Ahora el deseo no se esconde, se integra. La intimidad se convierte en una forma de estar, no en algo que se reserva para momentos concretos. Estas costumbres os ayudarán a mantener la tensión sexual viva y presente cada día:
- Desnudos siempre y disponibles. Se duerme sin ropa, el cuerpo está accesible y receptivo.
- El baño deja de ser un espacio privado. Se orina con la puerta abierta, se puede mirar, hablar, compartir el espacio.
- La excitación no se oculta. Si estás caliente, hazlo notar de forma explícita. Él puede dejar que se vea su erección sin esconderla, con naturalidad. Ella, deslizar la mano dentro del pantalón y mostrarle los dedos húmedos. No siempre tiene que terminar en sexo: a veces basta con enseñarlo y dejar que el deseo crezca, acumulándose poco a poco durante el día.
🔥 Juegos sexuales intermedios para salir de la rutina
Más allá del juego suave Intensificando y añadiendo nuevos fetiches
Empezad el día eligiendo un juguete sexual que quieres llevar puesto. Nada más. El resto del cuerpo va desnudo.
El fetiche de orina también sube de nivel. Ya no se trata solo de hacerlo delante de la pareja o «ayudarle». Ahora se orina sobre la piel de la pareja. En la ducha orina sobre las piernas o pies de tu pareja. Sin avisos. Sin disculpas.
Introducid un nuevo fetiche de inmovilización y el control por turnos. Cada uno tendrá dos fases muy distintas: una para exhibirse y otra para hacer que el otro se corra. Siempre con la pareja esposada, inmovilizada y sin posibilidad de tocar.
- En el primer turno de cada uno, la persona atada solo puede mirar. Quien domina se exhibe como quiera, pero que sea explícito. El objetivo es calentar al máximo… sin contacto. Solo deseo, tensión, y ganas contenidas.
- En los siguientes turnos, la persona inmovilizada ahora también lleva los ojos vendados. Quien domina tiene vía libre: estimula sin preguntar, sin pausas, sin hablar. Debe provocar el orgasmo de su pareja, y si lo consigue… puede seguir el tiempo restante. El juego solo termina cuando ambos hayan tenido al menos un orgasmo y ninguno de los dos pueda más.
La lista prohibida
Hoy empieza un juego sin censura. Solo necesitáis papel, un bolígrafo, una lista en el móvil… y el deseo de llevaros al límite. Pensad en acciones que no hayáis probado todavía y queráis probar. Algo que siempre os ha excitado en secreto o investigando habéis descubierto que os excita. Puede ser un lugar, una práctica, un rol, una posición específica, un control… lo que sea.
Cada vez que uno escriba una idea, el otro debe responder con otra. Es obligatorio. No hay juicios, solo curiosidad y morbo compartido. Solo hay dos normas:
- Sin dolor ni riesgos reales. Evitad prácticas que supongan un riesgo para la salud física a no ser, que a ambos os gusten ese tipo de prácticas más extremas.
- Cada elemento de la lista debe probarse al menos una vez. Puede que no te encante… o puede que te sorprenda. Quizá a ti no te mueva tanto, pero a tu pareja le excite profundamente. Se trata de dar y recibir, de poder cumplir las fantasías de ambos sin complejos ni prejuicios. De abrirse sin miedo a lo que excite al otro y mejorar la confianza en pareja.
Inspiración erótica – Un show solo para ti
Sentaos juntos, cada uno con su móvil o portátil y marcad un tiempo. La misión: encontrar un vídeo erótico en el que alguien haga un show en solitario (un striptease, una masturbación, un juego frente al espejo…) que os excite de verdad. Cuando termine el tiempo, compartidlo con vuestra pareja.
Después, visualizad juntos los vídeos que habéis elegido sin prejuicios, sin comentarios, fijaos en los gestos, el ritmo, la intención… y preparaos para explorar juntos sin tabúes aquello que puede ser tremendamente excitante para tu pareja.
Ahora trata de recrearlo como un regalo íntimo y exclusivo, convirtiendo su fantasía en algo único y hecho a medida.
Exhibición silenciosa y dominación por turnos
Durante todo el día, jugad a provocaros sin palabras. Ambos permanecéis en ropa interior. Él, de vez en cuando, deja que su pene se escape entre la tela por «un descuido», aunque sea solo unos segundos, pero los suficientes para disfrutar las vistas. Ella, a su manera, puede permitir que un pezón asome bajo la camiseta… o apartar sutilmente la ropa interior, dejando todo al descubierto por unos momentos.
Cuando quieras, comienza a acariciarte los genitales por encima de la ropa, suavemente, sin llegar a más. Que sigan las miradas y aumente la excitación.
Al final, llega el momento de actuar. El primero en tomar el control, inmoviliza las manos de tu pareja a su espalda, le venda los ojos, se sienta sobre su rostro con determinación, sin darle opción, sin avisar. Sed dominantes, ahora la cara de tu pareja es tu juguete, haz lo que te plazca y termina sobre ella, sin disculpas. Después intercambiad papeles.
Día de exploración – Videotutoriales
Hoy no se improvisa nada. Cada experiencia debe seguir un videotutorial sexual. Observad, imitad, disfrutad. Exploración real, sin prisas y con intención.
Elegid un tutorial de masaje anal y aprended juntos cómo se realiza paso a paso. Luego tomad turnos de 10 minutos: mientras uno recibe el masaje, también disfruta de sexo oral muy lento y consciente. No se trata de correr, sino de alargar el placer. Explorad cada sensación con calma, mantened la excitación en el borde. Cuanto más aguantéis sin llegar al final, más intenso será todo.
En otro momento del día, avanzad con un masaje de próstata para él y squirt para ella, siguiendo vídeos que expliquen cada técnica paso a paso. Uno se concentra en dar placer, el otro en dejarse llevar. Puede que no se consiga a la primera, y no pasa nada: lo importante es disfrutar el juego, reírse juntos si algo sale raro, y explorar sin presiones. No hay prisas: solo práctica, confianza y descubrimiento compartido.
Descubriendo el placer femenino en pareja paso a paso
Ha llegado el momento de dedicar todo el día al placer de ella. Hoy no hay prisas, ni deberes, solo deseo: lo que le gusta, lo que le excita, incluso lo que no suele pedir por vergüenza.
Empieza con sexo oral lento, suave, sin objetivos. Lame, besa, acaricia… no busques que llegue rápido, solo que se abra, que se relaje, que disfrute. Puedes añadir un plug, un dedo suave, un beso negro… para estimular también la zona anal.
Cuando ya esté entregada, excitada, y lo pida con el cuerpo o con la voz, pasad a sexo intenso, directo, que la lleve al límite. Y cuando llegue al orgasmo, no termina: sigue recibiendo caricias y sexo oral, sin presión, sin tiempo. Ella marca el final. Se para solo cuando lo diga.
Disfrutando el placer masculino en pareja sin tabúes
Ha llegado el momento de centrar la atención en el placer de él, sin prisas ni restricciones. Este día está dedicado a explorar todo lo que le excita, incluso lo que nunca se ha atrevido a pedir.
Empieza el juego con sexo oral prolongado: lento, consciente, sin buscar que termine rápido. Acaricia, lame, chupa… incluso si no está en erección. El objetivo no es el orgasmo, sino el viaje.
Añade un toque más intenso: masaje anal externo o estimulación con la lengua, si estáis cómodos. Si queréis ir más allá, probad con un plug o masaje de próstata, siguiendo un tutorial para hacerlo con seguridad.
Después, pasad a sexo intenso y directo, buscando que el llegue al orgasmo. Cuando haya llegado, vuelve a darle sexo oral lento, suave, sin prisa, solo por el placer de sentir y prolongar la intimidad. Él marca el límite: se detiene solo cuando diga basta.
Juego de restricciones creativas con control corporal
Se trata de usar ataduras suaves (pañuelos, cinturones, cuerdas de tela, esposas…) no solo para inmovilizar, sino para guiar y manipular el cuerpo de la pareja como si fuese un maniquí.
Uno de los dos toma el control: venda los ojos para eliminar el sentido de la vista y ata muñecas, tobillos o muslos en posiciones específicas. A partir de ahí, puede mover el cuerpo de su pareja como quiera: colocarla de rodillas, inclinar el torso, abrir las piernas, ponerla de pie contra una pared…
La idea no es inmovilizar sin más, sino usar las ataduras como herramienta para dominar, exhibir o estimular zonas específicas, sin que el otro tenga control de lo que viene. Puede incluir caricias lentas, sexo oral, juguetes, o simplemente mantener esa tensión sensorial sin ir más allá.
Juego de control y liberación – Orina como fetiche íntimo
Antes del desayuno está permitido, pero después queda prohibido orinar durante el resto de la mañana y parte de la tarde. La contención es parte del juego: notar la urgencia, el deseo físico, y transformarlo en complicidad.
Cuando alguno ya no pueda más, es el momento de ir juntos al baño para tener un entorno íntimo e higiénico como la ducha o la bañera. Si es bañera, os sentáis uno frente al otro; si es ducha, permanecéis de pie, muy cerca. Quien orina lo hace sobre la mano de su pareja, que acaricia con suavidad su vulva o glande, sintiendo el calor del chorro en la piel, conectando sin filtros.
Como variante, podéis cruzar los chorros apuntando hacia los genitales del otro, simplemente observando y dejándoos llevar por lo natural, lo íntimo, lo que normalmente se oculta… y que aquí se convierte en placer compartido.
Tortura post-orgasmo – Dominando el placer
Después de que él tenga el orgasmo, sigue masajeando su glande con la lengua o, si quieres intensificar, usa la palma de la mano con mucho lubricante para buscar el squirt masculino.
Tras el orgasmo de ella, continúa estimulando su clítoris con la lengua o un vibrador para mantener la excitación y prolongar el placer.
No paréis mientras vuestra pareja siga recibiendo placer. La tortura post-orgasmo trata de mantener esa intensidad pero siempre respetando límites y señales.
Juego de fricción – Ella domina con cada roce
Ella comienza un lap dance sensual y provocador, moviéndose sin ropa interior y frotando sus genitales por todo su cuerpo para que él disfrute la sensación húmeda y excitante.
Después, un sexo oral breve y lento para aumentar la tensión, seguido de un masaje anal externo con abundante lubricante y la introducción cuidadosa de un estimulador de próstata.
Después de introducir el estimulador de próstata, ella vuelve al lap dance buscando su propio orgasmo, frotándose con el pene pero sin penetración.
Si él no alcanza el orgasmo, terminan con sexo rápido e intenso para cerrar la experiencia.
Fricción y deseo – Adoración sin palabras
Ella se tumba relajada, desnuda y receptiva, mientras él toma el control. El hombre frota su pene con suavidad por todo el cuerpo de ella: abdomen, pecho, muslos y vulva, buscando excitarla con el roce cálido y húmedo sin penetración.
Después de un rato, él pasa a un sexo oral lento y cuidadoso, explorando cada zona que la encienda. Para intensificar, puede introducir un plug anal o colocar una bala vibradora en su vagina, manteniendo la conexión y el placer mutuo.
El hombre continúa frotando su pene sobre su vulva, buscando que ambos disfruten la sensación y el orgasmo. Si ella no ha llegado, él la masturba hasta que lo consiga. Aquí nadie se queda con las ganas.
Placer anal – Un viaje lento y excitante
Dedica una sesión exclusiva al placer anal, sin prisa, con mucho gel, respiración profunda y juego previo. Colocaos en una posición cómoda y relajada que permita el acceso sin tensión: tumbado, de lado, a cuatro patas, sobre el borde de la cama o incluso sentados.
Después del juego con los dedos, caricias y dilatación consciente, llega el momento de profundizar. Ya sea con un juguete o con el pene, se inicia la penetración lentamente, sin forzar, dejando que cada centímetro despierte nuevas sensaciones.
Penetración anal con dominación sensorial
Uno se entrega completamente: ojos vendados o atado, mientras el otro toma el control. Comenzad con caricias lentas, besos inesperados y estimulación en zonas clave para elevar la tensión.
Cuando el cuerpo esté listo, usad un plug o juguete anal de tamaño medio, bien lubricado, y comenzad una penetración lenta y firme. Sin hablar, solo con respiraciones y movimientos.
Disfrutad del juego de control, y si ambos lo deseáis, intercambiad roles para explorar cada sensación desde ambos lados del placer.
❓Preguntas frecuentes
¿Estas prácticas siguen siendo seguras e higiénicas?
Sí, todos los juegos siguen siendo seguros e higiénicos si se hacen con cuidado y en un entorno adecuado.
¿Qué pasa si nos da risa, vergüenza o tengo reparos por lo que pueda pensar mi pareja?
Reír y jugar es parte del placer y la conexión. No se trata de hacerlo perfecto, sino de disfrutar juntos, con cariño y sin miedo al juicio. Recuerda que todas estas prácticas son seguras, muy comunes y están lejos de ser raras. Si sientes inseguridad o dudas en pedir algo, confía en que abrir tus deseos con respeto y curiosidad solo fortalecerá vuestra relación.
¿Y si nunca hemos probado el sexo anal o fetiches suaves?
Estas ideas están pensadas para explorar sin miedo, poco a poco. Con cada paso, el cuerpo aprende y el deseo también. Si tenéis dudas, investigad en pareja antes de realizar cualquier práctica.
¿Es seguro y placentero el masaje de próstata?
Sí, siempre que se haga con lubricación, calma y comunicación abierta. No debe causar dolor; si ocurre, detente y ajusta para disfrutar cada sensación sin prisas. Si necesitáis más información podéis visitar esta guía de iniciación.
Cuando intento hacer squirt siento ganas de orinar, ¿es normal?
Sí, es totalmente normal. El squirt es una liberación natural de líquido que puede venir acompañada de esa sensación de querer orinar, pero no significa que pierdas el control. Forma parte del placer y descubrirlo juntos puede ser una experiencia liberadora. Para saber más, te recomendamos esta explicación: [Cómo hacer un squirt].
¿Qué es el squirt masculino?
El squirt masculino es la expulsión de un líquido claro, diferente a la orina, que ocurre cuando la excitación es tan intensa que altera las hormonas del cuerpo. Fuente [Squirt masculino | ¿Cómo se consigue?]
¿Es normal sentir ganas de orinar al estimular el glande?
Sí, es completamente normal. Durante una estimulación intensa, especialmente cerca del orgasmo o el squirt masculino, puede aparecer esa sensación. Es una respuesta natural del cuerpo al placer. Simplemente, dejaos llevar y disfrutad juntos en pareja, sin miedo ni juicios.
💋 ¿Listos para dar un último paso?
Si habéis disfrutado con estos juegos sexuales intermedios y vuestra conexión está más fuerte que nunca, es hora de subir la temperatura.
Explorad una intimidad más profunda y atrevida: roles de poder, control sexual, fantasías compartidas, fetiches intensos… siempre desde el respeto, el consentimiento y el deseo mutuo.